Capitulo
15.
Narrador
externo.
Las
dos semanas pasaron,nuestras 5 chicas intentaban seguir con sus
vidas, compraron un pequeño piso, en el cual tuvieron que compartir
habitación y una de ellas tenia que dormir en el sofá.
Ana
y Sara, consiguieron un trabajo en un tienda de ropa de alto coste.
Keira y Mara consiguieron uno en una tienda de electrodomésticos y
Charlotte se apunto a un curso de ingles que daban gratis y a un
curso de guardería.
Ellas
no querían ver la tele, sabían que en todos los canales iban a
salir alguna noticia de ellos.
Esas
dos semanas pasaron lento, pero les dio el tiempo suficiente para
poder acostumbrarse a la ausencia de sus queridos amigos.
Ellos
ya tenia su vida hecha y planificada. Estuvieron en Irlanda dos
semanas, dos semanas en las que estuvieron de fiestas, conciertos,
ruedas de prensa, en comidas familiares con la familia de Niall y
también en reuniones con el Modest.
Sin
embargo, ellos no pudieron superar la ausencia de sus amigas, lo
intentaron pero nada daba resultado.
Intentaron
salir con otras chicas pero nada de nada. Les molestaba que toda su
amistad se haya ido a la mierda por algo así, a uno de ellos les
sentó muy mal, tan mal que tuvieron que hacer una reunión drástica.
A uno de ellos se le había pasado por la cabeza la idea de dejar la
banda,pero tampoco pudo. Los chicos eran como hermanos, algo que
superaba por infinito los miles de contratos que firmaran.
Sin
duda, ellos se querían entre ellos, querían a las chicas. Tanto que
la única cosa que pensaron cuando pisaron tierras Londinenses, fue
en ellas. Una misma pregunta pasandoles por la cabeza : ¿ Ellas
también les querrían?
La
respuesta: Mas de lo que nunca podrían haber imaginado en tan poco
tiempo, tanto que sentía que algo dentro les faltaba, algo que les
mantenía mas unidos que nunca.
¿Os
preguntareis? ¿Que paso cuando pisaron tierra Londinense? Facil.
Uno
de los chicos a pesar de las regañinas que recibió por parte de los
demás, siguió contactándose con una de las chicas.
Liam
y Charlotte.
Ella
le había contado todo a él, donde había decidido vivir, donde
habían conseguido un trabajo, en general como les había ido la
vida. Nada mas que con un tono amistoso.
Aunque
ambos querían mas, sabían que algo de tiempo necesitaban.
Liam,
por supuesto, le contó a la chica, sobre la estricta reunión que
tuvieron con Zayn, la absurda idea que había tenido de dejar la
banda.
El
estaba enfadado, no solo con su trabajo si no también un poco con su
amiga especial, o por lo menos el la seguía considerando así.
Charlotte,
nada mas enterarse de la noticia intento contarle a Mara, pero ella
no cedió, no quería saber nada de el, aunque en el fondo estaba
deseosa de poder saber esa noticia.
Solo
quiso saber un poco de ella, pero fue lo suficiente para que ella
cogiera el teléfono y le llamara, algo que fue inútil, por que Zayn
no se lo cogió, saltaba el contestador automático. Ante esto, le
hizo llegar un mensaje por medio de Charlotte, algo que funciono por
que nada mas que Zayn supo de el, la idea de separarse de los chicos
se fue yendo poco a poco de su cabeza.
Zayn
estaba como algo sorprendido, ¿tanto le había afectado la chica?
Nada
mas pisar tierra, los chicos fueron a su gran casa, la cual notaban
triste, como solitaria. En profundo silencio.
Niall
se fue a su habitación, pero aquí había algo, algo fuera de lo
normal, algo que no era suyo. Una pequeña pulsera, con algo grabado.
Un nombre. Ana.
El
pensó ¿Se la habría dejado a posta? Pero no podría saber eso al
menos que se lo preguntara.
Harry
entro rápido a la habitación.
“Niall
tío, necesito ropa urgentemente, necesito que me acompañes” -
Dijo Harry, enseñándole un trozo de sus pantalones los cuales se
les había roto. “Y los demás?” - Dijo Niall, echándose a reír.
“Niall
no te rías, no hace gracia tío. Los demás van a comprar un
microondas y comida, me acompañas?” “Vamos entonces, Harold.”
Zayn
y Louis se fueron a por el microondas, a una tienda de
electrodomésticos. No fueron a cualquiera, sencillamente, fueron a
la indicada, a la especial.
Entraron
felices, parecían niños pequeños, se les notaba que les gustaba
comprar-
“Buenos
días, ¿les podría ayudar en algo?”- Una voz se oyó a sus
espaldas, una voz que conocían mas de lo que pensaban.