martes, 1 de octubre de 2013

Capitulo 15.

Capitulo 15.

Narrador externo.


Las dos semanas pasaron,nuestras 5 chicas intentaban seguir con sus vidas, compraron un pequeño piso, en el cual tuvieron que compartir habitación y una de ellas tenia que dormir en el sofá.
Ana y Sara, consiguieron un trabajo en un tienda de ropa de alto coste. Keira y Mara consiguieron uno en una tienda de electrodomésticos y Charlotte se apunto a un curso de ingles que daban gratis y a un curso de guardería.
Ellas no querían ver la tele, sabían que en todos los canales iban a salir alguna noticia de ellos.
Esas dos semanas pasaron lento, pero les dio el tiempo suficiente para poder acostumbrarse a la ausencia de sus queridos amigos.

Ellos ya tenia su vida hecha y planificada. Estuvieron en Irlanda dos semanas, dos semanas en las que estuvieron de fiestas, conciertos, ruedas de prensa, en comidas familiares con la familia de Niall y también en reuniones con el Modest.
Sin embargo, ellos no pudieron superar la ausencia de sus amigas, lo intentaron pero nada daba resultado.
Intentaron salir con otras chicas pero nada de nada. Les molestaba que toda su amistad se haya ido a la mierda por algo así, a uno de ellos les sentó muy mal, tan mal que tuvieron que hacer una reunión drástica. A uno de ellos se le había pasado por la cabeza la idea de dejar la banda,pero tampoco pudo. Los chicos eran como hermanos, algo que superaba por infinito los miles de contratos que firmaran.
Sin duda, ellos se querían entre ellos, querían a las chicas. Tanto que la única cosa que pensaron cuando pisaron tierras Londinenses, fue en ellas. Una misma pregunta pasandoles por la cabeza : ¿ Ellas también les querrían?

La respuesta: Mas de lo que nunca podrían haber imaginado en tan poco tiempo, tanto que sentía que algo dentro les faltaba, algo que les mantenía mas unidos que nunca.

¿Os preguntareis? ¿Que paso cuando pisaron tierra Londinense? Facil.

Uno de los chicos a pesar de las regañinas que recibió por parte de los demás, siguió contactándose con una de las chicas.
Liam y Charlotte.
Ella le había contado todo a él, donde había decidido vivir, donde habían conseguido un trabajo, en general como les había ido la vida. Nada mas que con un tono amistoso.
Aunque ambos querían mas, sabían que algo de tiempo necesitaban.
Liam, por supuesto, le contó a la chica, sobre la estricta reunión que tuvieron con Zayn, la absurda idea que había tenido de dejar la banda.
El estaba enfadado, no solo con su trabajo si no también un poco con su amiga especial, o por lo menos el la seguía considerando así.
Charlotte, nada mas enterarse de la noticia intento contarle a Mara, pero ella no cedió, no quería saber nada de el, aunque en el fondo estaba deseosa de poder saber esa noticia.
Solo quiso saber un poco de ella, pero fue lo suficiente para que ella cogiera el teléfono y le llamara, algo que fue inútil, por que Zayn no se lo cogió, saltaba el contestador automático. Ante esto, le hizo llegar un mensaje por medio de Charlotte, algo que funciono por que nada mas que Zayn supo de el, la idea de separarse de los chicos se fue yendo poco a poco de su cabeza.
Zayn estaba como algo sorprendido, ¿tanto le había afectado la chica?
Nada mas pisar tierra, los chicos fueron a su gran casa, la cual notaban triste, como solitaria. En profundo silencio.
Niall se fue a su habitación, pero aquí había algo, algo fuera de lo normal, algo que no era suyo. Una pequeña pulsera, con algo grabado. Un nombre. Ana.
El pensó ¿Se la habría dejado a posta? Pero no podría saber eso al menos que se lo preguntara.
Harry entro rápido a la habitación.
Niall tío, necesito ropa urgentemente, necesito que me acompañes” - Dijo Harry, enseñándole un trozo de sus pantalones los cuales se les había roto. “Y los demás?” - Dijo Niall, echándose a reír.
Niall no te rías, no hace gracia tío. Los demás van a comprar un microondas y comida, me acompañas?” “Vamos entonces, Harold.”
Zayn y Louis se fueron a por el microondas, a una tienda de electrodomésticos. No fueron a cualquiera, sencillamente, fueron a la indicada, a la especial.
Entraron felices, parecían niños pequeños, se les notaba que les gustaba comprar-

Buenos días, ¿les podría ayudar en algo?”- Una voz se oyó a sus espaldas, una voz que conocían mas de lo que pensaban.

1 comentario: